¿La ves? ¿De verdad no la ves? ¿No la ves ahí tirada? ¿Por que no te dignas ni a preguntarle porque está mal? Ah... ya. Porque lo sabes, ¿no? Sabes que es por ti. Que la has tratado como una mierda durante demasiado tiempo y ahora ya no tienes ni coraje para ayudarla estirando tu brazo por si acaso te lo arranca que por cierto, no haría mal. Y es verdad, se merece alguien mejor que tú, alguien que la trate como una princesa o más que eso. Alguien que deje los videojuegos, las consolas, los cigarros, los porros y la mala compañía. No la mereces, ¿me oyes? No merece ni a un príncipe, porque eso sería demasiado pequeño para ella... En resumen, se merece más que tú, mucho más, más que tú junto a tu porquería.
Me tomas, me dejas, me escribes y me tiras a un lado
Te vas a otros cielos y regresas como los colibríes
Me tienes como un perro a tus pies
Otra vez mi boca insensata...
Vuelve a caer en tu piel
Vuelve a mí tu boca y provoca
Vuelvo a caer
De tus pechos a tu par de pies