lunes, 3 de septiembre de 2012

Me voy. Me estoy yendo. Hace ya meses que estoy un poco más lejos. Paso a paso. Calada a calada. Me alejo un poco más. Nunca es suficiente. Sigues aquí. Dentro. Hondo. Eterno. Nunca podré borrarte. Sigues intacto. Lo ocupas todo. Me eclipsas. Me sigues eclipsando. No llega el día. No te olvido. Hace ya mucho que tú y yo dejamos de ser tú y yo, para pasar a ser aquellos, aquellos que una vez se amaron, y que ahora no se pueden ni ver, pero no del odio ni de la rabia, sino de la cantidad de amor sin expresar que llevan aún en el alma. No notas que me he ido. No quieres notarlo. Te gusta engañarte. Engañarte pensando que lo hiciste bien, que volveré. Sin que tú te muevas, sin que tu reacciones. Pero pasará el tiempo, y te darás cuenta. Sabrás que me querías, que me quieres, que me querrás. Correrás. Me buscarás. Pero puede que yo ya no esté. Recuerdalo. Me voy. Me estoy yendo. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario