sábado, 20 de octubre de 2012

Ahora es tu turno, pequeña.


Sigo sin creerme que haya pasado una semana y no vea a mis amigos dentro de otra. No, no me quiero hacer a la idea. Joder, ¿Es esto lo que comporta el bachiller? Vale, habrán deberes, exámenes, trabajos voluntarios, comentarios de texto, narraciones... De acuerdo, lo acepté, pero no acepto que se pasen de exigencias. ¿Sabéis profesores? Yo también necesito tiempo libre. Y no voy a permitir que esto me separe de mi gente, aunque con algunas ya lo he empezado a hacer... 
Lo siento, perdóname, pero ya no me apetece "mejor amiga"... Las cosas han cambiado mucho. Mejor dicho, cambiaron. Y ahora tengo claro de que quiero pasar más tiempo con ella que contigo, que quiero contarle todos mis secretos a ella, y no a ti. No es desconfianza, sé que te puedo contar todo y más, pero ya no recibo lo que quiero. O, mejor dicho, nunca lo he recibido, pero supongo que me conformaba ya que no encontraba a alguien echo para mi. Y por suerte o por desgracia para ti, lo he encontrado. 
Ahora es hora de que la encuentres tú, ahora es tu turno... Pero no olvides, bajo ningún concepto, que siempre estaré aquí, para cuando caigas. Yo te levantaré pequeña... Y siempre te voy a dar las gracias de todas aquellas lágrima que cambiaste por sonrisas, aunque fueron a corto plazo, porque quiera o no reconocerlo, me quitaste un poco el ácido de aquella mezcla llamada infancia.




"Esto no es volar, es caer con estilo." 


.
.
.



Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario