jueves, 26 de julio de 2012


Se sumerge una vez en esa agua cristalina intentando olvidarle un segundo al menos… pero no puede. Es inevitable.
Ese instante que sucedió hacia unos días le había quedado marcado tanto… tanto que cada noche al intentar dormir quería volver a ese momento.
3, 2, 1... Y zas, sucede. Está allí, parada delante de él mirando las bonitas vistas de toda Barcelona. Pero a ella eso le importaba bien poco cuando tenia a tan pocos centímetros (¡Que digo... milímetros!) a la persona y el momento adecuados y, sobretodo, perfectos.
Pasó. Se notaba en el aire que estaban nerviosos, pero no les impidió nada ni nadie que se estropeara ese bonito momento, ese bonito recuerdo
Y volvió a pasar… Zas. Se vuelve a despertar. Pero a ella eso no le preocupaba, sabía que cuando volviera a verle sucedería, y esta vez mucho mejor. Solo quedaba volver, solo quedaba olvidar…



2 comentarios:

  1. Precioso...
    Pero, ¿solo quedaba olvidar? Me has descolocado, rubita.

    Siempre!

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  2. si las personas a las q les escribimos leyeran todo lo que sentimos.. ese día no nos dejarían escapar.
    sigo pensando.. y sigo olvidando! pero eso no es malo: un clavo saca a otro clavo.

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