jueves, 17 de enero de 2013


Déjate llevar. Hazlo conmigo y no con otra. Siente como nos rozamos y tenemos ganas de hacerlo más rato. Cógeme de la cintura y súbeme hasta el séptimo cielo, que la brisa corra por mis venas. Acaríciame la barbilla con tu mano derecha, y con la otra la mejilla. Y después dame un beso. Un beso tierno, un beso tranquilo, sincero y sin pausas. Y si las haces no te alejes de mi, el espacio justo para coger un poco de aire, mirarme, sonreír, y volver a besarme.
Sonríeme como solías hacerlo, con tu cara de niño bueno y dibujando esos hollitos en tus mejillas y tus arrugas detrás de las cejas. Me encanta cuando lo haces. Sigue haciéndolo porque es mi motivo a partir de hoy, conquistar tu sonrisa.

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