miércoles, 16 de enero de 2013


Y que me cantes bajito al odio, para que pueda llevarlo a mi corazón y que no salga de allí. Ir al hotel del amor y no de los corazones rotos, y hacerlo todo contigo, porque esta noche tengo claro que no te quiero echar de menos.
Cántame bajito que te vas a quedar aquí un rato más, que no serás de usar y tirar. Que cuando hablo contigo por el teléfono no escuchas como lloro de tristeza.
Apuéstate un final conmigo, yo te prometo que será eterno. Cuéntame una historia de las muchas que has vivido. La que más te guste, la que más te cueste recordar. Déjame decirte que yo estaré aquí, mirándote en la esquina de la cama como cantas tu tema preferido con la guitarra. Déjame prometerme que te esperaré y que tarde o temprano tocaré tu brazo, seguiré con mi dedo tu tatuaje hasta formarlo, miraré tus ojos y diré "...al fin".

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