miércoles, 2 de enero de 2013

Y echo a correr, ligeramente dolorida pero con unas ganar enormes de vivir, de bailar, de gritar, de soñar... De enamorarme en tu cara, Maxi. Así que me precipito entre al gente y bailo como una loca -no es por nada, pero mejor que ellos-, y sigo el ritmo de maravilla y canto: "He esperado mucho tiempo algo que no existe, en lugar de contemplar cómo amanece..."
- Juradme una cosa...
Clod me mira sorprendida y arquea las cejas.
-¿Ahora? ¿Se puede saber que te pasa esta noche?
-¡Sí, ahora! ¡Es importante: ahora y para siempre!
Alis es más dócil.
-Vale, dinos...
-A ver...
-Que nunca discutiremos por un hombre, que antes de traicionar nuestra amistad nos encerraremos en casa, jamás cometeremos una estupidez semejante, ninguna lágrima por nuestra culpa, confianza eterna, tranquilidad total, secretos sólo para los demás... -Luego las miro titubeante y abro los brazos con las palmas de las manos vueltas hacia arriba-. ¡Por favor, juradlo!
Un instante. Acto seguido, sonríen. Y nos abrazamos y seguimos bailando como si fuésemos un único cuerpo, saltando aquí y allá, felices, al ritmo de la música. Y nos miramos a los ojos, cantando al unísono, a voz en grito. Y en ese momento me siento la persona más feliz del mundo. Y cierro los ojos y bailo, abrazada a mis mejores amigas, sin imaginar lo que un día sucederá.

Carolina se enamora, Federico Moccia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario