Quizá cuando menos te lo esperes te viene la felicidad sin buscarla o te dan la puñalada por la espalda. Quizás cuando más ganas tengas de sonreír, la vida te sorprende y te hace llorar. O cuando más ganas tengas de llorar, te vuelve a sorprender y te hace sonreír.
No hay comentarios:
Publicar un comentario